El
costumbrismo es un movimiento literario que surgió en Francia y luego se retomó
en España en el siglo XIX y que nació
como una preocupación por rescatar las costumbres típicas, especialmente las
del campo, que comenzaron a perderse durante las migraciones a las ciudades
ocurridas durante la era industrial.
Se
caracterizó por reflejar las costumbres más arraigadas en cada pueblo
de una manera muy descriptiva, pero lo
hizo sin analizarlas ni interpretarlas,
y minimizando el uso de narraciones y de diálogos.
En
Hispanoamérica surgió gracias al periodismo y se dio entre las décadas1830 y 1880. Se utilizó para
establecer una identidad nacional cultural propia y fortalecer un sentido
nacionalista que recién comenzaba a formarse tras la independencia de España.
Mediante
el costumbrismo se mostraron y resaltaron las tradiciones locales, utilizando
como sus temáticas preferidas las reuniones sociales, las fiestas populares, el
decorado de la época, incluyendo vestuario, fachadas e interiores de las casas,
las comidas típicas, los oficios y los hábitos políticos.
El estilo costumbrista fue minuciosamente
descriptivo, pues intentaba pintar con palabras un cuadro de la realidad en su
aspecto externo, pero haciéndolo a través de los personajes de sus relatos de
una forma sencilla, humorística, empleando regionalismos, y a su vez pretendiendo educar y cuestionar la sociedad y los males que en ellas se estaban
presentando.
Sus
principales características fueron:
1.
El empleo de la descripción
por encima de la narración y de los diálogos.
2.
La búsqueda de una
identidad cultural nacional, rompiendo con el pasado colonial
3.
La utilización de
recursos como el humor y la ironía, y
4.
Propósito didáctico,
educativo, moralizante y políptico.
En
general, los escritores costumbristas eran campesinos o terratenientes cultos y
adinerados que tenían como pasatiempo escribir sobre su vida, su trabajo, sus
relaciones y describir todo su entorno social y cultural.
Los
autores costumbristas más destacados fueron:
1.
José Manuel Marroquín, con obras como El Moro, El tigre y el conejo, y El
entierro de mi compadre.
2.
José Eugenio Díaz Castro, famoso por su novela Manuela, una de las precursoras del genero costumbrista en
Colombia.
3.
José María Vergara y Vergara, fundador de la Academia Colombiana de la Lengua, el
periódico El Mosaico, y de obras
como Las tres tazas y El chino de Bogotá.
4.
El peruano Ricardo Palma,
quien recopiló las tradiciones populares de su país .
5.
El
chileno José
Joaquín Vallejo, conocido también como Jotabeché, que en sus artículos registró las principales
costumbres de su país.
6.
Tomás
Carrasquilla, quien alcanzó a penetrar
en el alma del ser antioqueño y colombiano, rebasando las meras apariencias de
las tradiciones y con obras como La marquesa de Yolombó o A la diestra de Dios Padre.
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