La exposición oral

Exponer es transmitir una información de manera  oral y presencial  ante una audiencia o público con el fin de transmitir un nuevo conocimiento o ampliar y recordar un saber previo.

Fases de una exposición

El éxito de una exposición está determinado está determinado por la forma en que se ejecuten sus dos fases: la de preparación y la de realización.

1. La preparación

La fase de preparación es la más extensa y la que más trabajo físico y mental requiere. En la fase de preparación tenemos: la selección del tema, la determinación de los objetivos, la búsqueda y recopilación de la información, la planeación y la organización del discurso.

-          Aunque en la vida escolar se tiene la tendencia a asignarle una temática a los estudiantes, cuando se presenta un tema libre se debe procurar que el expositor tenga conocimiento del mismo, que sea fácil de consultar o que se relacione con los intereses y necesidades del grupo.

-          La determinación de los objetivos consiste en pensar en el público al cual se dirigirá y establecer que es lo que se quiere que este público entienda.

-          La búsqueda y recopilación de información consiste en identificar los lugares físicos o virtuales, así como las personas que pueden ser empleados como fuentes y visitarlos para extraer la mayor cantidad y calidad de información sobre el tema a exponer.

-          La planeación es preparar el título que se le dará a la exposición, pues es conveniente darle un nombre propio y original basándose en el tema; luego se establecen los objetivos principales y secundarios, que son lo que se espera que el público aprenda y los mecanismos para lograrlo, y finalmente, se realiza un borrador por escrito de la información con que se presentará el tema, los datos que se proporcionarán y las conclusiones a las que se llegará.

-          Organizar el discurso es tener claro y en limpio la información que se va a compartir y en el orden en que se realizará, así como establecer y conseguir los elementos que se necesitarán para complementarla, que van desde un tablero, marcadores, carteleras, diapositivas, grabaciones de audio y video, entre otros.

2. La realización

Debido a que una exposición oral es una variación de un texto expositivo, esta lleva la misma estructura de esta tipología textual, que es introducción, cuerpo y conclusiones.

-          La introducción es el momento inicial y en él se usa atraer la atención del público, presentar el tema, a los integrantes, los objetivos y la forma en que se llevará a cabo la misma.

-          El cuerpo es el desarrollo de la exposición con base en el orden planeado. Básicamente son los datos consultados y apoyados en ocasiones, por ayudas audiovisuales.

-          Las conclusiones van al final, y es el resumen del tema o reiteración de las ideas más importantes presentadas en el desarrollo de la exposición. También es el momento en que se permite a la audiencia aportar al tema o formular preguntas de lo que no alcanzaron a comprender.

Recomendaciones para exponer

-          Preparar el tema de forma amplia y detallada, anticipándose a las preguntas de la audiencia.

-          Confianza en sí mismo, que solo se logra cuando el tema a exponer se conoce y se domina.

-          Buen manejo de la voz: sin gritar pero sin susurrar, asegurándose de que se escuche con claridad hasta el espacio más lejano donde se encuentre la audiencia.

-          No perder de vista al público. No es necesario mirarlos a los ojos, pero si es indispensable observarlos para mantener su interés en lo que se expone.

-          Enfatizar con lenguaje corporal, o por lo menos, no quedarse escondido detrás de un atril, ni de pie sosteniendo el muro. Tampoco es conveniente exagerar con caminatas por el auditorio o salón, pues estas distraen a la audiencia. Además, el movimiento espontáneo de los brazos o las manos ayudan a disminuir el nerviosismo que ocasionalmente produce exponer.

-          Elaborar ayudas visuales o audiovisuales. Estas le sirven al expositor para mantener el orden de su discurso, distribuir  la atención del público e inclusive para generar pausas y reposo al hablar. Las ayudas visuales, como diapositivas o carteleras, pueden y deben acompañarse por imágenes y minimizar el empleo de textos extensos. Además, se aconseja emplear como fondo tonos claros y un tamaño en las letras y las imágenes que pueda verse desde el fondo del auditorio o salón.

-          Tratar a la audiencia con respeto, transmitiendo el conocimiento del tema con entusiasmo.